Un día, al rociar el perfume en una noche especialmente mágica, Luna se encuentra cara a cara con el Espíritu de la Navidad. Esta figura mística la guía a través de lo que realmente significa la Navidad: no solo se trata de regalos ni de cenas lujosas, sino de amor, generosidad y esperanza. Luna comienza a entender que la magia de la Navidad está en lo más simple: en la conexión entre las personas, en los pequeños gestos que hacen grande esta festividad.